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08 Mar 22 Día Internacional de la Mujer Trabajadora: Pujol se desmarca de la tendencia del sector
La presencia de la mujer en el sector de la construcción es cada vez más notoria, aunque aún dista mucho de normalizarse.
El sector de la construcción es una industria históricamente asociada al género masculino, por eso la incorporación de la mujer en este ámbito ha sido lenta y con muchos retos e inconvenientes. Por este motivo, es muy interesante destacar el papel desempeñado por Prefabricados Pujol donde casi el 45% del personal son mujeres. Este porcentaje de mujeres se sitúa muy por encima del promedio del sector que es de un 8,9%.
El motivo que explica el número ascendente de mujeres trabajadoras en Pujol es que hemos realizado proyectos específicos para velar por la conciliación familiar que, incluso, han recibido premios y reconocimientos sociales, como es el caso de Ferrofet.
Así pues, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora hemos preguntado a nuestras compañeras como es trabajar en Pujol y como ven la evolución del sector de la construcción en términos de equidad de género.
Aina es arquitecta técnica y forma parte de Pujol desde el 2017, cuando empezó como responsable de proyectos en la oficina técnica. Actualmente, es prescriptora del área de pavimentos. Ella se ocupa del asesoramiento técnico y venta de pavimentos estando en contacto con diferentes estudios de arquitectura e ingenierías, pero también realizando el seguimiento de sus proyectos garantizando la calidad del resultado final.
- ¿Antes de formar parte del equipo humano de Pujol, tenías alguna idea preconcebida o falsos mitos sobre el sector de la construcción? ¿Cómo ha sido tu evolución dentro de la empresa?
«Mi familia tenía una empresa constructora donde trabajaban mi padre y abuelo. Sus compañeros siempre fueron hombres, las mujeres se ocupaban exclusivamente de las tareas administrativas. Así pues, desde muy pequeña siempre me llamó mucho la atención todos los aspectos relacionados con la edificación y nunca me planteé que por el mero hecho de ser mujer no pudiera trabajar en lo que gustaba.
Cuando me incorporé a la oficina técnica de Pujol había muy pocas mujeres, pero progresivamente se sumaron nuevas compañeras. Personalmente, ha sido un orgullo haber contribuido a este cambio. Pujol también me ha ofrecido la oportunidad de continuar creciendo como técnica de pavimentos donde justamente sustituí a un compañero que se jubilaba, es decir, en esta empresa nunca me ha perjudicado ser mujer. Los aspectos que se valoran son las capacidades personales de cada trabajador y el compromiso con la empresa.
En referencia al sector de la construcción, gradualmente también se han ido incorporando mujeres en todos los ámbitos, incluso, ocupando altos cargos».
- ¿Piensas que es posible lograr la igualdad en el sector de la construcción?
«Como mujer no veo ningún impedimento para poder asumir cualquier trabajo o tarea asociado tradicionalmente al género masculino. Me gusta pensar que, aunque falta mucho para alcanzar una paridad de género real, poco a poco se va avanzando en esta dirección.«
Sogues se incorporó al equipo de Prefabricados Pujol el año 2006 cuando se sumó al departamento de prevención de riesgos laborales. Poco tiempo después aprovechó la oportunidad de crear el laboratorio de cementos de Pujol. Para poder ejercer su nuevo rol, aprendió todos los ensayos normativos, controles de calidad, instrucciones y procedimientos, además de visitar varias cementeras del estado y realizar formaciones específicas en química del cemento y análisis del proceso. Cuando el laboratorio de cemento ya estaba bien instaurado y en funcionamiento, se fueron ampliando sus tareas con otras materias: áridos, hormigón y ferralla hasta formar el departamento de calidad de Pujol que actualmente dirige.
- ¿Antes de formar parte del equipo humano de Pujol, tenías alguna idea preconcebida o falsos mitos sobre el sector de la construcción? ¿Cómo ha sido tu evolución dentro de la empresa?
«Siempre he visto que es un sector mayoritariamente masculino, pero nunca he creído que no fuera capaz de realizar las mismas tareas que mis compañeros. Sobre Pujol, es una empresa exigente donde se trabaja mucho, pero también se valora, se potencia y se premia las aptitudes y esfuerzos de sus trabajadores. En todo el tiempo que llevo en esta compañía, nunca me he sentido discriminada por ser mujer; todo lo contrario, mi opinión ha sido siempre escuchada y valorada.
Pujol siempre se ha desmarcado de la tendencia del sector en lo referente a la contratación femenina, un ejemplo muy claro de cómo la empresa supo adaptarse a una nueva realidad es el caso Ferrofet. Pero no se limitó a quedarse en este proyecto, sino que dio un paso más incorporando mujeres en todas las áreas y ocupando diferentes cargos de responsabilidad».
- ¿Piensas que es posible lograr la igualdad en el sector de la construcción?
«No tengo ninguna duda, las mujeres están perfectamente capacitadas para asumir cualquier lugar de trabajo, desde un peón hasta la alta dirección. Algunos opinarán que la fuerza física puede ser un impedimento para que las mujeres puedan desempeñar algunas tareas muy concretas, pero actualmente el sector está muy industrializado y con la maquinaria adecuada, hombres y mujeres, estamos en igualdad de condiciones«.
Anna fue una de las primeras mujeres que empezaron a trabajar en Ferrofet, el año 2000. Este proyecto significó una oportunidad laboral para muchas mujeres, gracias a las condiciones laborales que favorecían la conciliación familiar. Para poder llevar a cabo su nuevo trabajo, Anna recibió tota la formación necesaria a nivel teórico y práctico.
Hace casi un año, aprovechó la oportunidad de crecer profesionalmente ocupando un nuevo cargo en la fábrica de Mollerussa realizando el control de calidad de las paredes prefabricadas para garantizar que la producción cumple los estándares marcados por la dirección.
- ¿Antes de formar parte del equipo humano de Pujol, tenías alguna idea preconcebida o falsos mitos sobre el sector de la construcción? ¿Cómo ha sido tu evolución dentro de la empresa?
«Cuando comenté a mi entorno la intención de trabajar en Pujol, su respuesta fue que era “un trabajo para hombres” y que no tendría la capacidad suficiente para aguantar. Para mí, como mujer, fue todo un reto y hoy puede decir que aquí sigo, 21 años después.
En Pujol hay igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres, no existe ninguna discriminación por género. El que se valora es la dedicación y la implicación en el trabajo. En mi caso, puedo afirmar que mi esfuerzo se ha visto recompensado.
El ambiente laboral en mi día a día es bueno, trabajo estrechamente con muchos compañeros hombres y nunca me he sentido cuestionada por ser mujer. Creo que formamos un buen equipo».
- ¿Piensas que es posible lograr la igualdad en el sector de la construcción?
«Será una tarea complicada porque el mundo de la construcción continúa siendo un sector mayoritariamente masculino. Para alcanzar este objetivo será necesario mucho esfuerzo y paciencia porque no será un camino de corto recorrido«.