Fabricamos pilares de hormigón armado con geometría cuadrada y rectangular, con secciones que oscilan entre los 40 y 50 centímetros. Longitudes máximas de hasta 25 metros. Según las necesidades de la obra y/o su ubicación, realizamos pilares con empotramientos de diferentes tipos:
- Cáliz: Gracias a su facilidad de puesta en obra y su tolerancia de posición, es la tipología de empotramiento más utilizada.
- Atornillado: Es un tipo de unión que permite reducir el canto del zapato. Se pueden realizar uniones de pilar-pilar y muro-pilar. Es ideal para cimentaciones con losas armadas, aunque requiere de un alto nivel de precisiones en la ejecución.
- Vainas: Las ventajas de este tipo de empotramiento son las mismas que para el atornillado, pero en este caso presentan más dificultad en el montaje, ya que se necesita un apuntalamiento hasta el endurecimiento de la unión. Se aconseja que la altura del pilar no supere los 7 metros.
- Mixto: Es una solución combinada entre el tipo atornillado y el de vainas que aprovecha las soluciones óptimas de ambos empotramientos.
Las terminaciones de los pilares en su parte superior están sujetas a la tipología de los elementos ubicados en ellas, permitiendo así una gran diversidad de acabados. Tipo de cabezales: rectos, sesgados, con encaje abierto y cerrado, para recibir canales prefabricadas, con hierros salientes, etc.
Todos los pilares pueden ir dotados de ménsulas de diferentes dimensiones en todas las caras en función de las cargas y en los elementos que soportan, sean de vigas de forjados, vigas de cubierta, puentes grúa, etc. Además, se pueden incorporar embebidas en el hormigón para ensamblar estructuras metálicas o paramentos a la estructura prefabricada.