Los paneles prefabricados de fachada son sistemas de cierre de hormigón armado o pretensado. No tienen una función estructural propia, ya que van sujetos a los elementos estructurales.
En comparación a los cierres tradicionales in situ, su sistema de fabricación está altamente industrializado y permite conseguir unos acabados uniformes y de gran calidad, aportando una mayor rapidez en la ejecución de la obra. Existen diferentes tipos de terminación de los paneles: hormigón liso, árido visto y hormigón texturizado.
Las grandes posibilidades de combinación de los diferentes tipos de paneles nos permiten diseñar cualquier proyecto, independientemente de su complejidad. Se pueden colocar en disposición vertical y horizontal y permiten realizar huecos de diferentes formas y dimensiones, según las necesidades propias de cada obra.
Los paneles de los que disponemos están divididos en dos grupos: los que se fabrican en molde (totalmente macizos o aligerados con poliestireno expandido) y los que se fabrican en pista continua (paneles alveolares).
Los acabados de fachadas en ángulos pueden resolver con paneles biselados o piezas de remate a 90 grados, que se llaman cantoneras.